https://doi.org/10.5281/zenodo.16586521
NOTA EDITOIAL
Entre la idea y la acción: concepciones docentes y el desafío de enseñar con tecnologías
Between idea and action: teaching conceptions and the challenge of teaching with technology
Mariuxi Yomaira Olvera Morán I
I. Instituto Tecnológico Superior Juan Bautista Aguirre, Daule, Guayas, Ecuador
mariuxi.olvera@itsjba.edu.ec, https://orcid.org/0000-0002-4188-6683
En el corazón de la transformación educativa contemporánea, donde la tecnología ha dejado de ser un lujo para convertirse en un componente esencial, subyace una pregunta crítica: ¿cómo perciben los docentes esta revolución digital y cómo estas percepciones moldean su práctica diaria? Esta interrogante fue el punto de partida de una investigación, cuyo eje central es el análisis de las concepciones y percepciones docentes sobre la educación con tecnologías y su impacto en el diseño e implementación de la práctica pedagógica.
La investigación surgió de la necesidad de comprender una paradoja observable en múltiples instituciones de educación superior: mientras los recursos tecnológicos se expanden y diversifican, su integración significativa en los procesos de enseñanza-aprendizaje continúa siendo fragmentaria y muchas veces superficial. A través de un enfoque cualitativo y bajo la lógica de la teoría fundamentada, se exploraron las prácticas docentes en carreras tecnológicas de un instituto superior ecuatoriano, considerando contextos sociotécnicos y culturales que influyen en la labor educativa.
En Ecuador, el acceso a las tecnologías de la información y comunicación (TIC) ha sido un factor históricamente desigual. Pero más allá del acceso, es urgente problematizar el uso y el sentido que los docentes otorgan a las tecnologías. ¿Son las TIC meras herramientas de apoyo? ¿O son, en cambio, dispositivos con potencial transformador del acto educativo?
La investigación develó seis dimensiones que ayudan a entender las tensiones y posibilidades del binomio docencia-tecnología: desde las continuidades y rupturas entre enseñar y aprender, hasta las emociones que atraviesan la práctica docente; desde la hibridación metodológica entre la virtualidad y la presencialidad, hasta la distancia crítica entre las ideas y la acción pedagógica. Estas dimensiones no solo revelan patrones comunes, sino también contradicciones, resistencias y aperturas al cambio.
Uno de los hallazgos más significativos fue la identificación de una dualidad conceptual en los docentes: una visión tradicional centrada en la transmisión de contenidos, frente a una concepción integradora que reconoce a la tecnología como catalizadora del pensamiento crítico, la creatividad y la participación del estudiante. Las prácticas que derivan de una u otra visión impactan en el diseño de actividades, en los formatos de evaluación y en la experiencia de aprendizaje.
Sin embargo, no basta con reconocer la concepción del docente; existe una “distancia crítica” entre lo que el docente cree y lo que efectivamente hace en el aula. Esta disonancia se evidencia desde la planificación hasta la evaluación, y pone en cuestión la formación docente en competencias digitales y pedagógicas. Muchos docentes, especialmente aquellos de carreras técnicas, carecen de formación en didáctica, lo cual limita su capacidad para integrar de forma reflexiva las tecnologías en sus prácticas.
Adicionalmente, se identificaron perfiles docentes diferenciados. Aquellos con una orientación constructivista se mostraron más propensos a explorar el potencial de las plataformas virtuales, a diseñar experiencias de aprendizaje activas y a valorar la dimensión emocional en el proceso educativo. En contraste, los docentes con enfoque conductista replicaron modelos más expositivos, donde el estudiante cumple un rol pasivo. Sin embargo, esta tipología no es definitiva ni excluyente. La trayectoria, la carrera de origen y el tiempo de experiencia docente influyen, pero no determinan, la apertura al cambio.
Otro aspecto relevante fue el análisis del aprendizaje desde la perspectiva emocional y experiencial. Los docentes coinciden en que el “aprender haciendo” es clave para lograr un aprendizaje significativo. Esta afirmación se alinea con una visión educativa que reconoce la necesidad de articular teoría y práctica, cognición y emoción. No obstante, las observaciones en aula muestran que la participación estudiantil aún depende, en gran medida, de la habilitación del docente. Es decir, la centralidad del maestro en el proceso educativo sigue intacta, lo que desafía el ideal de una educación más democrática y participativa.
En este contexto, la formación continua y el acompañamiento docente emergen como necesidades urgentes. La incorporación efectiva de tecnologías en la educación no puede depender exclusivamente del entusiasmo o iniciativa individual del docente. Requiere de políticas institucionales claras, de comunidades de práctica, de espacios para la reflexión pedagógica y, sobre todo, de una cultura educativa que valore la innovación sin perder de vista la calidad y la inclusión.
Finalmente, no se pretende ofrecer respuestas cerradas, sino abrir nuevas preguntas. ¿Cómo acompañar a los docentes en su tránsito desde la visión tradicional hacia una concepción más crítica e integradora de la tecnología? ¿Qué condiciones estructurales deben garantizarse para que el cambio sea sostenible? ¿Cómo generar prácticas que no solo incluyan tecnología, sino que la resignifiquen desde las necesidades del estudiante y los fines de la educación?
Se invita a la comunidad académica y educativa a repensar el lugar de las tecnologías en nuestras aulas, no como artefactos neutros, sino como mediadores culturales y pedagógicos que tienen el poder de amplificar o restringir las oportunidades de aprendizaje. Solo así, desde una mirada crítica y situada, podremos construir una educación verdaderamente transformadora y coherente con los desafíos del siglo XXI.
Ing. Mariuxi Yomaira Olvera Morán, Mg.
Editora en Jefe - Revista Aristas